“La catástrofe de las certidumbres” (Juan Vasen)

Entre las plagas de la epidemia esta es una de ellas. Y quizás una de las que más altera nuestra vida cotidiana: la incertidumbre en relación a hábitos y costumbres que son parte natural consustancial de nuestra cotidianeidad.

Tomemos por ejemplo la relación con nuestro cuerpo: ¿cuántos de nosotros estamos preocupados por la aparición incierta de un aumento de la temperatura corporal? Nos toman la fiebre en los supermercados, empezamos a tocarnos la frente a cada rato.  Nuestro cuerpo se encuentra invadido por señales que nos alarman. 

Incertidumbre que además abarca las modalidades de nuestro lazo social, de nuestras formas de contacto y acercamiento a los otros. Los otros que nos generan afecto, interés y atracción, pero a la vez temor. No solo de ahora, desde siempre. Por ejemplo el hábito de saludar dando las manos se popularizó desde el imperio romano. ¿Cuál era su sentido?  Se trataba de una demostración de que las personas no portaban armas. Es decir, se trataba de una forma confiable de encuentro para disipar la enorme desconfianza ante un ataque. Entonces en este momento encontrarnos con otros, compartir un espacio nos llena de incertidumbre respecto a la posibilidad de contagiarnos. El arma que `pudieran portar es un virus.

Dr. Juan Vasen – Forun Infancias