“Escuelas y pandemia.. del desvalimiento al sostén” (Gabriela Soengas)

ESCUELAS EN TIEMPOS DE CORONA

Acerca de conceptualizaciones de  las trayectorias educativas en tiempos de desvalimiento social ;

La representación escuela  y  como sostener los enlace con los niños niñas ,  los jóvenes  y sus familias; 

¿ cómo pensar los procesos de aprendizaje en estos tiempos ? como sostener la vincularidad  Y

el lazo social ?    

La dimensión epocal de cualquier relato ,  define la contextualidad de una realidad situada en tiempo y espacio .  Bajo condiciones que no sabemos bien como son,  ni cómo serán en los próximos tiempos hoy  intentamos sostener coherencia,   aferrándonos a aquellos estandartes o mojones que van asociados a definir a ciertas  regulaciones de la vida cotidiana.

Son puntos de anclaje , lugares desde donde tejemos un  entramado de nuestras habitualidades humanas . Rituales  y   ritmos cotidianos que dicen quien soy , como me vinculo, a que me dedico,  que horarios tengo , donde trabajo , a que hora vuelvo a casa , cuando voy al colegio y cuando salgo de vacaciones o es fin de semana

Las regularidades en nuestro sistema de vida, nos brindan seguridad , nos aferran a una rutina, nos marcan un  sentido,   un clivaje en la cultura  en las que estamos inmersos

Desde los ritmos y melodías emocionales de la  primera infancia,  hasta la llegada al proceso de socialización , la inserción del sujeto en la escuela , abre a  los otros un mundo que se multiplican en ese escenario

La escuela en tanto organización subjetivante , también marca ciclos ,  anuda momentos,  genera lógicas y pertenencias .  En ella también vamos moldeando nuestro psiquismo  y  como instancia social y de construcción de las subjetividades hace anclaje en ese intersticio.

Hoy en tiempos de Corona  la escena escolar es la de ” una  escuela deshabitada “ , pero no desalojada, ni desfondada  … Estamos ante el desafio de construir una continuidad escolar entendiendo esto en términos de trayectorias pedagógicas intermitentes 

¿cómo imaginamos una escuela sin niños ? sin jóvenes ?

¿ cómo mantenernos vinculados y a la vez separados para garantizar la mejor convivencia en la comunidad ? en la escuela particularmente ?

¿ cómo entender una nueva lógica de relacionarnos sin estar juntos?

¿ que lugar tiene aqui  la corporalidad en jóvenes y niños  asociada a la vinculación diaria entre pares ?

Los síntomas del que sufrimiento que implicara este desajuste en la vida de los niños y los jóvenes , podremos ir valorándolos  en el dia a dia…  aunque algunos ya conocemos o podemos inferirlos

No soltar el lazo con pibes , con los niños y sus familias , es nuestro desafío de anudamiento social  es la manera de formar entramados  invisibles pero que  generan sostén  . Lo es también que se promuevan procesos deseantes a través de múltiples canales comunicacionales  , donde los lazos no se rompan , ni se distancien , sino por el contrario ,  redunden en redes que se visibilicen por sus efectos y fortalezas . Es estar disponible

Vamos descubriendo un hacer  escuela que se resignifica en estos tiempos  ,  una  escuela que vive en multiplicidad con otros espacios , que busca opciones que  posibiliten sostener el aprendizaje a pesar de la distancia física . Los procesos de inclusión también se tratan de esto, de encontrar canales para establecer condiciones pedagógicas y de amarre, facilitadores , mediadores,  no solo de contenidos CV sino en el sentido del lazo

La importancia de la escuela como sostén  y como acompañamiento a las familias ,   sigue siendo un horizonte en estos tiempos , a través del cual generar canales de comunicación fluida con los niñez y adolescentes

Sostener en el imaginario social la actividad escolar como continuidad , resulta tranquilizador habida cuenta de que todo NO  es desfondamiento ni vacio frente a la pandemia

Abrir la idea de una paréntesis , para pensar un tiempo diferente con condiciones propias y de cuidados ,  donde como característica peculiar se guarda  la premisa :  ” que el otro me cuide es tan o más importante que yo cuide de mi propia mismidad ,  y a la inversa “.     Esta interrelación directa rompe con una lógica individualista y sesgada del lazo.   Abre una lógica que quedara instalada de alguna manera en la construcción de un gesto solidario y colectivo

Un paréntesis también sirve como una pausa para pensar ,  como un espacio de espera ,  que integra una representación de términos de demora y  con ella la  posibilidad de la vuelta . Es decir si es una pausa, volverá la continuidad y  con ella la finitud de un ciclo , el regreso a la vida afuera,   como tiempo que retorna  , y con el también  de la vuelta al cole … establecer una idea de  futuro potencia hacia adelante . También este habrá sido tiempo de aprendizaje  y nos permitirá ubicar al otro semejante en un nuevo lugar representacional

Plantear un tiempo de espera ,  en una sociedad tomada por el consumo, por el “quiero ya” , por el ahora mismo , por la inmediatez,   no resulta tarea fácil  e impone un gran desafío  : Aprender nuevos sentidos , nuevas formas de vincularnos , nuevas cadencias y nuevas melodías

Este es un tiempo de transito  , de pasaje , un tiempo  de demora , de espera … explorarlo con las mejores expectativas, posibles abrirá caminos para aprendizajes de todo tipo

La educación tiene muchos formatos y esta premisa  nos desafía en  este tiempo de asilamiento a reinventarlo y a reviéntarnos en nuestras propias practicas como analistas  ,y  en nuestras  propuestas pedagógicas y socializadoras

Las dinámicas familiares en tiempos de encierro suelen ser agobiantes ,  ninguna familia es perfecta pero las organizaciones fluidas aun en tiempos de amontonamiento , generar instancias singulares de crecimiento . Abrir lugares con el pensamiento,  que permitan establecer proyectos a a futuro , canales propios de comunicaciones de los niños y jóvenes , compromisos de tareas a desarrollar que permiten diferenciarse  en medio de lo que implica la indiferenciación pandemica .

Estimular los compromisos y proyectos propios de los niños y jóvenes  , acompañando los mismos como una via paralela a lo que hoy es imprescindible  para la vida en comunidad .

Estos permiten que exista un mundo vital por fuera de la sensaciones paralizante , que nos trasforma en  un todo vulnerables e  indiferenciado  .

No perder las singularidades en el aglutinamiento de los hogares es sumamente subjetivante,   Todos estamos en el mismo proceso pero no somos todos uno ni algo indiferenciado

Aprovechar este tiempo como  espacios de intercambio en las intimidades familiares, es lo que habitualmente  estamos escuchando como propuestas de recuperación del vinculo intrafamiliar  que se ha ido perdiendo por la voragine de estos tiempos.   Sin embargo como analistas y entendiendo que los vínculos también guardan sufrimiento  ,   debemos recordar que muchas veces  los mismos no resultan siempre la mejor opción para los niños y jóvenes en tiempos de aislamiento .

Ante situaciones de maltarto diversos en las familias de los niños ,  la escuela resulta ser  un lugar que aloja . Una casita dibujada con cara, con brazos que abrazan y dan de comer  ,  con ojos que contemplan , con orejas que pueden escuchar  y con  palabras que pueden calmar  .

Algunos niños pueden transitar paternajes que alojan amorosamente , pero otros – que son muchos-  ,  se verán sujetos a soportar malestares y violencias  aun mas  desmedidas en tiempos de aislamiento .  Es  ahi donde la escuela se convierte en un puente , en el lugar que enseña y cuida … Ellos son los niñez  que más nos pre ocupan en este tiempo  . Extender el brazo hasta alli es sumamente importante , no abandonar en tiempos de crisis

No estar en las escuelas NO nos debería desvincular  de ellos por completo . Tender puentes virtuales , es aunque poco,  r un brazo que llega hasta ese hogar , haciéndose presente sostenidamente buscando dar dado continuidad a nuestra tarea

En  este contexto complejo,   la necesidad del contacto con el Otro resultara un valor que había sido olvidado , creyendo haber sido remplazado por las pantallas . Hoy solo podemos vernos por pantallas y no alcanza , y se extraña y duele . Los niños expresan también sus emociones en ese campo de acción con el otro,  sus  subjetividades también de despliegan  a través de acciones donde sus cuerpos están compartiendo espacios físicos ….  Los jóvenes se reconocen en el contacto con el otro por identificación o rechazo . Estén o no en ese espacio real , lo convocante de la virtualidad no reemplazara la importancia del contacto corporal .

Pero ya volverán los patios repletos de diversas  ” niñecez ” saltando corriendo peleando ;  y como ellos  regresaran los pasillos y las aulas donde los estudiantes se tocan, se besan, se pegan, se pellizcan , se quieren,  y se recuerdan para siempre