Reseñas Marzo 2025

Jorge Larrosa Bondía -editor- (2018) Buenos Aires. Miño y Dávila.
Elogio de la Escuela
Este texto propone el desafío de pensar una forma organizacional – la escuela- desde su función emancipadora.
Realiza un planteo interesante desde todo punto de vista: incluye textos de autores como Massschelein, Simons, Kohan, Dussel, Larrosa y otros, en u na primera parte, para luego relevar notas de esos mismos autores y otros sobre esos textos. De esta manera, se instala no sólo conversación sino también pensamiento como trabajo emancipatorio, para profundizar en los elementos constitutivos de la escuela.
No deja de lado la escuela en Latinoamérica y propone, en tiempos de colonización, desmantelamiento y vaciamiento de una escuela que busca la obediencia, propone pensarla como trabajo arduo, amoroso y cotidiano.
Este libro incluye, además, un CD con películas y exposiciones atinentes.

Autora: Marie Gouiric
2023, Random House
Novela
Ese tiempo que tuvimos por corazón
Esta novela narra bellamente el oficio de convertirse en maestra, de tener «corazón de maestra». No como una cuestión romántica sino pensando esa entrega como un acto político y ético.
Una joven maestra llega a una comunidad rural para trabajar con niños y niñas de distintas edades y diferentes niveles.
De pequeña, su padre, jornalero, le había dicho «tené un oficio».
Y así fue.
No hay vocación sin amor y sin pasión, pero tampoco sin apuesta, sin confianza, sin ternura y sin generosidad. De esta manera conoce a los niños y niñas, sus historias, sus familias, y les enseña, a la vez que aprende. No se trata sólo de letras y números: es la vida misma en un contexto de pobreza y vulnerabilidad social. Aunque la historia duela en el cuerpo, siempre habrá lugar para la alegría, esa pequeña, de celebrar un cumpleaños, de disfrazarse, de pintar, de compartir.
La autora desborda humanidad, y entre adolescentes que se embarazan y destinos truncos, da cuenta de dos cuestiones, tan necesarias en tiempos de tanta crueldad: la educación debe torcer destinos fijos, sin rótulos que marcan y sesgan las vidas y las estigmatizan; en segundo lugar, plantea que lo que se enseña, básicamente, es a ser curioso en compañía de un semejante.
Nadie se salva solo, por eso enseñar es un acto político de amor y respeto.
Si los estigmas dejan huella, esta maestra, también.

Maria Beatriz Greco, compiladora (2024)
Homo Sapiens. Buenos Aires.
La confianza en los territorios educativos. A partir de la obra de Laurence Cornu.
María Beatriz Greco propone un viaje, y así titula su introducción. Nos invita a recorrer junto a autores invitados recorrer las ideas de Laurence Cornú acerca de la confianza. Pero no se trata simplemente de artículos que hablan sobre un tema, sino que pone en conversación a quienes de diferentes maneras compartieron espacios de pensamiento con Cornú. La confianza, como memoria, posibilidad y riesgo, como ritual y ejercicio de acompañamiento, como forma de “hacer humanidad”, en palabras de Cornú, queda enmarcada en los” oficios del lazo”, cuando se trata de educar, enseñar, pensar las instituciones, en un movimiento que se detiene a pensar con otros.
La confianza es un concepto profundamente político porque implica la construcción de una trama histórico-social, antropológica y epistemológica, y desde esta perspectiva, abriendo caminos, convergen y dialogan los pensamientos de Greco, Natalia Cantarelli, Natalia Fattore, Graciela Frigerio, Daniel Korinfeld, Anne Maurel, Emmanuel Nal, Facundo Rodriguez Arcolia y Patrice Vermeren.
La confianza en los territorios educativos da cuenta de la necesidad y la experiencia de abrir preguntas asumiendo riesgos, sobre todo en tiempos en que la desconfianza parece reinar. Con efectos en los diferentes campos de intervención, la confianza se escribe, se inscribe a la vez que se piensa, se juega y se va instituyendo.
Este texto no sólo vale la pena, sino que amerita la alegría de recorrerlo para hacerlo propio y trabajar hacia una emancipación que nos despierte del letargo de las diversas formas de sometimiento en el campo educativo.

Daniel Pennac. Editorial: Literatura Random House. Año: 2007. Género: Narrativa. Literatura del yo.
Mal de escuela.
Daniel Pennac es un prestigioso escritor francés, fue profesor durante veinticinco años en un instituto de París y en este libro narra sus vivencias, experiencias como alumno. Trae el conflicto que le generó ser un “mal alumno”, el sentirse excluido, su malestar por las malas calificaciones, su lugar de “mal alumno” en su familia, el ser etiquetado como “Zoquete”, su deseo de formar parte de una pandilla como un intento de salida al universo de la escuela.
Por añadidura al estigma del “mal alumno” cuestiona y reflexiona sobre el modo en que la escuela condiciona, limita y encuadra la experiencia del aprendizaje. Su valor y concepción por el aprendizaje, ¿qué es aprender? ¿Cómo se aprende? ¿todos aprenden de la misma forma? ¿Cómo se enseña? ¿desde dónde se enseña? Son preguntas que van surgiendo en este libro que promueve el atreverse a cuestionar lo instituido y legitimado, la escuela como algo absoluto y cerrado.
Es de destacar que, a través de su gran recorrido y pasión por la docencia descubre cómo la confianza del docente en su alumno es un riesgo amoroso, un semillero necesario y de gran valor para los procesos de aprendizaje.
Este libro no es un libro más sobre educación y escuelas, sino que, a través del humor, la ternura, las vivencias relata recuerdos, anécdotas que han quedado en él como marcas indelebles. Es también una mirada crítica, irónica, reflexiva e inteligente al sistema educativo y a su contexto.
“Habría que inventar un tiempo especial para el aprendizaje. El presente de encarnación, por ejemplo. ¡Estoy aquí, en esta clase y comprendo por fin! ¡ya está! Mi cerebro se difunde por mi cuerpo, se encarna. Cuando no es así, cuando no comprendo nada me deshago allí mismo me desintegro en ese tiempo que no pasa, acabo hecho polvo y al menor soplo me disemina. Pero para que el conocimiento tenga alguna posibilidad de encarnarse en el presente de un curso, es necesario dejar de blandir el pasado como una vergüenza y el porvenir como un castigo.” Daniel Pennac.

Jack Thorne Stephen Graham
Adolescencia: Sin red en un mundo de redes.
La serie Adolescencia que ha presentado esta semana Netflix pone en escena una situación de hondo dramatismo con una sinceridad y profundidad destacables. Jamie que tiene 14 años es sospechado y acusado del crimen de una compañerita.
Y más allá del profundo conflicto de su joven protagonista lo que queda expuesto son las enormes dificultades para criar y educar hoy aún en condiciones que no son socialmente marginales o de pobreza material. El desacople entre el mundo adulto y el mundo adolescente se muestra de una manera estentórea cuando el investigador charla en la escuela con su hijo compañero de Jamie y éste le dice :_¨Papá te veía perdido, desorientado y no entendiendo lo que está pasando acá. Por qué la clave de todo está en Instagram. Algo que a su padre detective no se le había cruzado por la cabeza. Ese desacople también se evidencia en los contrapuntos generacionales de crianza entre lo que fue la infancia del papá de Jimmy y el rol que él, como padre, no quería ocupar: censurador y hasta violento . Pero ese ¨no ser como el padre¨ lo ha dejado inhibido de intervenir y acompañar con alguna eficacia en el presente. Ambos padres se preguntan si no deberían haber hecho alguna otra cosa, algo más algo diferente. Una pregunta que recorre todos los hogares cuando los hijos se encierran y se conectan sin freno en las redes, se malhumoran, se violentan se tornan hostiles con sus compañeros o víctimas de ellos. Porque tanto los chicos como las chicas están sujetos a los valores hegemónicos del marketing y los algoritmos que hacen de los chicos marionetas de un imperialismo tecnológico. Imperialismo que las denuncias últimamente realizadas en Estados Unidos y en Australia dejan a la luz los mecanismos por los cuales las plataformas lejos de cuidar y modular los sentimientos, emociones y sobre todo la autoestima adolescente. Lo que hacen es fomentar diferencias, generar tribus opuestas entre sí y ¨apagar el fuego con nafta¨. Está claro que criar y educar hoy es diferente pero no necesariamente más difícil pero sí muy complejo y requiere de intervenciones, pensamientos y prácticas que como padres, como maestros incluso como profesionales no nos resultan fáciles. De modo sencillo podríamos ilustrarlo: una familia decide que el papá acompañe a los chicos a ver una película antes de dormirse. Cuando vuelve la mamá a verlos después de una pausa descubre que en lugar de ver una habían visto tres películas. Preguntado el padre por qué había ocurrido esto si habían quedado en ver una película y que luego se duerman uno de los hijos dice :-¨lo que pasa es que papá se quedó mirando el celular-¨
En la película Stanno tutti bene Marcelo Mastroianni queda al cuidado de su nieta con la indicación de su hija, madre de la criatura, de que cualquier cosa que ocurra ella se tranquiliza viendo la televisión. La cámara muestra la expresión feliz de la niña de unos 8 meses hasta que se produce un cortocircuito y la televisión se apaga. Ahí la cámara nos muestra la bebé llorando desconsoladamente hasta que nuevamente y casi por arte de magia vuelve a estar sonriente, casi hipnotizada. En ese momento la cámara se aleja y nos muestra que su abuelo la había puesto frente al lavarropa que giraba sin cesar. El problema no son los lavarropas, no son los celulares, aunque también lo son, no son las redes aunque también lo son, es el tiempo que no sabemos cómo compartir y dedicar para una crianza que se alimenta de él de tiempo donado tal como decía María Elena Walsh como cuando uno dona tiempo para leerle un cuento a un niño. Sin ese tiempo podrá haber muchas redes ¨sociales¨ en la vida de los adolescentes, pero así, ellos, van a estar, a quedar sin red.