La ESI y más allá: lugares, recorridos y transitares

Niños con carteles ESI

La Educación Sexual Integral (ESI) tiene como fundamento los derechos humanos universales, y como parte de éstos los derechos sexuales y reproductivos. Convalida una visión enriquecedora y positiva de la sexualidad, incluyendo el placer. Promueve los principios de igualdad, dignidad humana, respeto, justicia y participación para todas las personas como base indiscutible para alcanzar la salud sexual, reproductiva y el bienestar general.

De esta manera, la ESI explora los roles y atributos de género como una construcción social; promueve el análisis de las percepciones de masculinidad y feminidad dentro de la familia y a través del ciclo de vida; normas y valores cambiantes en la sociedad; impulsa la identificación de diversas manifestaciones de los prejuicios, los estereotipos y la desigualdad de género y favorece el análisis de sus consecuencias.

Plantea el placer de la sexualidad y cuestiona las barreras sobre el erotismo que limitan la sexualidad a la mera función reproductiva. Por otra parte, rechaza cualquier forma de violencia. Explora los diferentes tipos de violencia hacia hombres y mujeres. Aboga por el derecho de las personas a la no discriminación; cuestiona los efectos perniciosos del estigma y la exclusión. Promueve actitudes y conductas incluyentes y de respeto a la diversidad que son mucho más que el simple acto de “tolerar.”

Puberes hablando de ESI

En nuestro país existe la Ley Nº 26.150, sancionada en 2006, en la cual se establece el derecho a recibir Educación Sexual Integral (ESI) en todas las escuelas y niveles, inicial, primaria y secundaria. Con el fin de dar efectivo cumplimiento a la Ley y garantizar el desarrollo de los lineamientos curriculares, las diferentes jurisdicciones se comprometen a implementar, de manera obligatoria, la educación sexual integral en todos los niveles y modalidades educativas, abordando, sin excepción, los distintos  ejes conceptuales:

  • Cuidar el cuerpo y la salud.
  • Garantizar la equidad de género.
  • Respetar la diversidad.
  • Ejercer nuestros derechos.
  • Reconocer y valorar de manera positiva las diferencias.
  • Rechazar todas las formas de discriminación.
  • La solidaridad.
  • La responsabilidad afectiva y el cuidado integral de las personas en los vínculos,
  • El respeto por la intimidad.
  • Los derechos humanos universales y, como parte de éstos, los derechos sexuales y reproductivos.
  • Proporcionar una visión enriquecedora y positiva de la sexualidad, incluyendo el placer.
  • Promocionar los principios de igualdad, dignidad humana, respeto, justicia y participación para todas las personas como base indiscutible para alcanzar la salud sexual, reproductiva y el bienestar general.

Nena leyendo libro sobre ESI

Recorrer, reflexionar y pensar sobre la Educación Sexual Integral (ESI), nos presenta un abanico de espacios diversos y por ende nos posibilita abordar la temática desde distintos lugares, estares y transitares. La ESI es mucho más allá que una cuestión de genitalidad y mucho más acá que una territorialidad escolar (en términos de Deleuze, filósofo francés) sino que nos convoca a revisarla desde cada lugar donde un sujeto circula y así es que la misma está relacionada con el cuidado, con el respeto, la aceptación de uno mismo y del otro, habilita la posibilidad de diálogo, cobija inquietudes, comprende entre sus argumentos valorar la diferencia; hacer y crecer con ella. Es fundamental comenzar por comprender que la misma no solo tiene su espacio de abordaje en el ámbito educativo, sino que su lugar de aplicación también lo es en una plaza, el barrio, una empresa, una oficina, un boliche, las mesas familiares, etc. La ESI nos sugiere y propone un cambio de mirada, un quiebre en los estándares estereotipados y estructurados impuestos por una cultura hegemónica y dominante. Es una herramienta fundamental para modificar cimientos e ir transformando este mundo en el que aún continúa primando el modelo binario – héteronormativo y donde todo lo que se disloca de éste es expulsado, diría el filósofo surcoreano Byung Chul Han.

La ESI y su abordaje debe ser transversal e integral, sin reduccionismos ni exclusiones por resistencias jurisdiccionales o institucionales que dejan de lado el enfoque desde una perspectiva de género o cuestiones nodales como la diversidad o la anticoncepción. ESI para construir lenguaje, uniforme, baños, filas, expectativas y uso de la palabra. ESI para construir inclusión.

Ciudad iluminada por un barrilete de ESI

Es fundamental reflexionar sobre un principio clave de la ESI: la articulación y coordinación de las acciones de todas las fuerzas y agentes sociales:

  • Las escuelas son parte de un continuo en la entrega de la ESI, que se extiende más allá del entorno educativo formal, lo que reafirma la necesidad de asegurar el apoyo de diferentes actores y entidades a nivel nacional, comunitario y escolar.
  • Los programas que incorporan intervenciones multifacéticas o de componentes múltiples contribuyen a abordar los factores culturales y socioeconómicos que influyen en el comportamiento sexual, como son las normas de género, la comunicación y las relaciones con la familia, entre otras. Estas intervenciones son importantes para llegar a las personas jóvenes que pertenecen a grupos vulnerables, incluyendo los que están fuera de la escuela.

Esto nos lleva a plantear que aquellas características y requisitos de la ESI que responden a la evidencia y a los estándares internacionales, no son sólo aplicables a niñas, niños y adolescentes, sino también a los currículos formativos del personal docente: cientificidad, gradualidad, sustento en un currículo estructurado, adecuación a las necesidades (en este caso de docentes), integralidad, carácter transformador y por supuesto el soporte en un marco de derechos humanos, igualdad de género y respeto de la diversidad y la interculturalidad.

 “La ESI hoy nos propone repensar intervenciones pedagógicas, para que no se planteen desde la intención de normalización, revisando nuestras propias historias y relatos en los que fuimos construyendo una idea de la sexualidad. En este sentido y camino, se abren horizontes acerca de la ESI aún por descubrir desplegando más herramientas: arte, cultura, literatura, deporte, juego, como posibilidades de inaugurar lenguajes cercanos a nuestras emociones, afectividad y cuerpos. El otro como enigma que nos constituye, esa potente frase de Butler puede ser una buena entrada para interpelar a la ESI que necesitamos reinventar”. Menciona Laura Velasco en el libro “Esi: pensares, recorridos y desafíos” editado en 2021 por la Legislatura Porteña.

Otro punto clave es la motivación, elemento imprescindible para la educación, un componente esencial para el desarrollo del ser humano pues se entiende que posibilita, de alguna forma, alcanzar objetivos, metas, inquietudes y así también generar y habilitar el advenimiento de nuevos saberes. Cobija, anida y aloja. 

La motivación es un componente fundamental para el desarrollo del individuo; de ahí su abordaje desde múltiples puntos de vista: laboral, educativo, social, deportivo etc. con la finalidad de que las personas implicadas logren un mayor desempeño en la escuela, en el trabajo, en el deporte o en su vida social.

Niños jugando al futbol

La ESI, nos induce a una cantidad de espacios por recorrer, descubrir y desentramar y por ende debemos ser lo suficientemente frágiles para dejarnos penetrar por el devenir que implica todo acto de educar, concientizar y deconstruir en su hacer. Como bien menciona Derrida, filósofo francés, sobre la hospitalidad, el educativo tiene y debe ser un acto hospitalario, es decir para todos y cualquiera puede transitarlo.

Embarcarse en motivar el acto de educar sobre la sexualidad integral desde lo artístico es una propuesta que no podemos dejar pasar para trabajar con niños/as y adolescentes ya que es un instrumento de inmensa riqueza para que mediante el juego (arte) emerjan sentires, pensares, acciones y más motivaciones para seguir forjando y de esa manera enseñando ya que no hay hacer más creativo que el de educar con el cuerpo en movimiento.

La música y la danza o baile son disciplinas artísticas que han ido evolucionando a lo largo de los tiempos sin perder sus cualidades. En ambas, la percepción sensorial inunda al individuo que difícilmente puede permanecer ajeno ante su manifestación y, por lo tanto, esa invasión de los sentidos favorece la aparición de un estado placentero, vital y sensual que permite no solo educar sino aprender y aprehender en un ambiente lúdico y creativo. Gran instrumento y herramienta la música para deconstruir sus relatos y así poder analizar lo que comunican y representan sin la intención jamás de prohibirlos sino para ser sujetos activos y conscientes de nuestros haceres y transitares y desde ahí comenzar a transformarnos y modificar al otro y al mundo en el que vivimos.

No cabe duda que la ESI vino para quedarse y comenzar a inquietar y movilizar pensares, sentires y cabezas. Habilitar un espacio para el diálogo conjunto que ayude a la construcción de sujetos críticos, independientes y empoderados. Ciudadanos sexuales de derecho y protagonistas de sus vidas.

Niños sujetando una pancarta de ESI

Autora del artículo: Lic Carla Elena

Autora del libro «ESI, haciendo camino al andar». Editorial Sudestada. Autora del capítulo se «De ESI si se habla» del libro sobre los 15 años de la ESI, compilado por la Legislatura Porteña. Coautora del capítulo «Bullying, una deconstrucción necesaria» del libro «Malestar en las escuelas, violencia de género, abordaje interdisciplinario». Ediciones Ricardo Vergara. Autora del capítulo «Abordar la ESI desde el arte, una oportunidad que no nos podemos perder» del libro «Escuelas en movimiento». Ediciones Ricardo Vergara y autora del prólogo del libro «Violencia de género, un abordaje interdisciplinario». Ediciones Ricardo Vergara. Autora del artículo: «ESI una deconstrucción social necesaria». Revista Actualidad Psicológica.  Autora del prólogo el libro “ESI y adolescencias”. Editorial Bonum y Compiladora y autora del libro “Feminismos y adolescencias” Editorial Sudestada.
Psicóloga Social. Posgraduada en “Educación Sexual Integral: Desafíos de la implementación en el ámbito educativo y comunitario”.​ Diplomada en “Violencia Familiar y Género”. “Derecho de Niñez y Adolescencia”. “Discapacidad”. «Educación en Contextos de Encierro» “Despatologización de las Diferencias”, «Psicopatías», “ESI en territorios” y “Sexualidad y discapacidad”. Miembro de Forum Infancias. Docente. Columnista de Revistas Sudestada, El Furgón y Movimiento. Participa en Radio Tinkunaco y Radio Gráfica en micros de sociales. Miembro de la CONADI.

Bibliografía

  • Derrida Jaques. (1998) La Hospitalidad. Paris. Editorial De la Flor.
  • Giles Deleuze. http://deleuzefilosofia.blogspot.com. (2010). “Deleuze. Rizoma, pensamiento, cuerpo, acontecimiento, arte, clínica, filosofía política, sentido, ciencia, agenciamientos, devenires, máquinas, imágenes y deseos”.
  • Kafka Franz. (1915) La Metamorfosis. Leipzig. Editorial Kurt Wolff Verlag.
  • Segato Rita. (2019). Cierre de la Feria del Libro. Buenos Aires.
  • Skliar Carlos. (2017) La educación tiene que ver con el encuentro difícil, arduo, entre la infancia y la adultez, Buenos Aires. Editorial Noveduc.com.
  • Velasco Laura. (2021 ESI, pensares, recorridos y desafíos. Buenos Aires. Editorial Legislatura Porteña.

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