Breve Historia de la Musicalidad Primordial.

Historia Abreviada de la Musicalidad Primordial

Dicen que una canción puede ser un puente, mamá.
Pero yo digo que es también el suelo que pisamos.
Y puede que cantemos para tenernos en pie y no caernos.
Puede que cantemos para seguir siendo nosotros mismos."

VUONG, 2020. En la Tierra Somos Fugazmente Grandiosos

La música existe porque hay cuerpo, pero sin musicalidad primordial no hay cuerpo.
La musicalidad primordial es sonoridad organizada, ritmo y tempo, pausa y silencios, melodía y textura, velocidad e intensidad en el tiempo y en el espacio. Por eso el tiempo crea el espacio.
La musicalidad primordial es vivencia fundante donde la sonoridad y el silencio tejen la trama de la existencia. Porque sin musicalidad no hay cuerpo, ni lenguajes, ni vínculo, ni juego.

GIACOBONE, 2023. Fragmentos inéditos. Teoría musicoterapéutica de la musicalidad primordial

Origen y devenir de la Musicalidad Primordial (en adelante MP)

Mucho de lo que aquí estaré compartiendo, integra el contenido de una obra en construcción que verá la luz cuando estemos listxs para publicarlo. Algunas ideas ya tienen un par de décadas y otras son más recientes. Pero en todos los casos, representan una profunda interpelación a certezas provenientes de diversas teorías previas sobre el desarrollo infantil y el devenir humano. Y son el resultado de la articulación conceptual que conforma el cuerpo teórico de la musicoterapia y de más de treinta y cinco años de clínica con niñxs tanto propia como de aquellos colegas con quienes covisionamos en los últimos treinta años.

Si fuera posible resumir la MP en etapas de complejidad creciente, podríamos plantear un recorrido desde la escucha trabajada (Elcira Belloc), la dinámica del arte (Gustavo Gauna) y la intersonoridad (Luciana Licastro) que fueron tierra fértil para la germinación de la musicalidad primordial como ruptura epistemológica.

Transversalidad y advertencias

Dos ejes principales atraviesan este artículo sobre la conceptualización de la MP.

Uno es la puesta en tensión de los modelos binarios para pensar el desarrollo infantil temprano (DIT), la constitución subjetiva, el devenir humano, o como más les guste llamarlo. 

Los binomios que inundan el pensamiento al respecto, no aportan nada nuevo y cierran los caminos de la complejidad que hoy significa ser un niño en vínculo y estar saludable.

Neurociencias y psicoanálisis. Del cuerpo a la palabra. Del organismo al cuerpo. Objeto y sujeto. Del grito a la palabra.  Estos y otros pares son desarmados y vueltos a configurar cuando se incluye la dimensión de la materia sonoro musical con entidad propia, despojada de su reducción adjetivante y otras romantizaciones penosas.

El otro eje es el de cuestionar la supremacía visual, la observación como término principal y la mirada que todo lo explica y todo lo abarca. Y todo lo concluye. Al punto de ubicar la voz en la misma categoría de indicador que la mirada,  en lugar de la escucha que es lo que opera como condición para que la fonación devenga voz. “Escuchar es inseparable de hacerse escuchar” (Pierre Schaeffer) (1)

La escucha enriquece y mejora la observación. No hay observación sin escucha. Lo obvio para el ojo medianamente entrenado, puede tornarse audito (audible) para una oreja especialmente entrenada no solamente para oír palabras. Apreciar sería un término mucho más pertinente porque involucra la escucha sensible que da oportunidad.

Posiblemente sea por esto que, inevitablemente y tan comúnmente, se apele a la metáfora sonoromusical para exponer las teorías del desarrollo emocional temprano. Palabras como ritmos, melodía, consonancia, armonía, resonancia, polifonía, y tantas otras, pueblan los textos donde a la vez resulta tan poco presente la fundamentación sonomusical del constituirse sujeto humano. A pesar de la contundente comprobación científica que ubica la audición y la escucha en la etapa perinatal (2). Algunos desarrollos musicoterapéuticos sobre los primeros 1000 días dan cuenta de ello. 

La MP constituye una oportunidad para comprender el desarrollo humano desde otras maneras de concebir la experiencia humana. Sin reducir el campo de la sonoridad y la escucha al campo corporal o al campo del lenguaje verbal. Por lo tanto la MP es también un modelo inclusivo de conceptualización. Una oportunidad más de pensar el desarrollo y entender lo que apreciamos en la clínica.

Comentario inédito 1:

¿Qué sería de los juegos vinculares adultx bebé sin la musicalidad que los gesta y sostiene?
A ver… recordemos: 
Que linda manito que tengo yo… 
Tortita, tortita, tortita de manteca…
Saco una manito la hago bailar…
¿Qué sería de la narrativa temprana sin la musicalidad que le da sentido expresivo?
A ver… evoquemos:
Este compro un huevito . . .
Había una vez…
Colorín colorado…
¿Qué humanidad sería la de los cuerpos, los juegos y los cuentos sin musicalidad? 
No sería humanidad.
Ahora, a escuchar.

GIACOBONE, Febrero 2023 (FB) (***)

Antes de hacer algunas imprescindibles advertencias para comprender la potencia del concepto de MP, la vamos a enunciar:

“La musicalidad primordial es la condición de la especie humana caracterizada por la organización discursiva de la sonoridad según las cualidades musicales de la experiencia humana. (Giacobone, 2018)

Los encuentros interpersonales en los que nos humanizamos poseen: ritmo, tempo, intensidad, duración, entonación, alternancia de escucha y expresividad. Lo que poseen entonces es musicalidad. Están hechos de modos y cualidades musicales, mucho antes que el ser humano sea capaz de crear “música” como una obra de arte. 

La MP es materia y envoltura del vínculo que humaniza y subjetiva. Inaugura la experiencia comunicativa y relacional. Es su andamiaje.

Las funciones de la MP confirman su esencialidad.  Esas funciones son: F. Subjetivante, F. Comunicante, F. Corporizante, F. Narrativa y F. Lúdica. Sin MP no hay sonoridad, ni silencio, ni movimiento, ni escucha, ni mirada, ni cuerpo, ni gesto, ni juego.

La MP es característica y condición de la especie humana a diferencia de la música como producción y rasgo de la cultura.

La MP es una ruptura epistemológica en la teorización del desarrollo temprano del vínculo, la comunicación y el juego. Porque deconstruye el modelo binario del cuerpo a la palabra.”

Bien, hasta aquí se plasman algunos de los principales núcleos de la formulación acerca de la MP. Continuaremos con las advertencias en el sentido de prestar atención en aquello que consideramos imprescindible para adentrarse con suficiente apertura y respeto en el tema que nos convoca

La primera advertencia es recordar que se trata de un artículo y por ende no vamos a poder volcar en él las extensas consideraciones que llevaron a teorizar la MP. Esto es una aproximación. Una historia abreviada que permita sintonizar con la MP y nutrirse interdisciplinariamente de ella. La evolución de una práctica musicoterapéutica que ha llegado a plantear que “la musicalidad es fundante de lo humano” (Casal Passion, Giacobone, Luhia, 2019)

La segunda advertencia, sumamente necesaria en el contexto interdisciplinario e intersectorial, es la persistencia de una musicoterapia prehistórica del tipo de la aplicación o uso de música para el alivio de las dolencias humanas. Si bien es parte de su origen y competencia, la evolución disciplinar nos llevó a plantear que “la clave no está en el sonido sino en la escucha” (Giacobone, 2008), y que el devenir profesional estableció su incumbencia cuando la intervención involucra la experiencia sonoro musical. (3)

Avancemos planteando que, si bien definir algo por lo que no es resulta absurdo, existen confusiones habituales cuyo desmenuzamiento amplía las posibilidades de asir el carozo de la MP.

La música es una producción de la cultura, el nodo de las artes temporales que da sustento y proyecto a la danza, la poesía, el teatro. Posiblemente la primera experiencia estética de la especie humana. Entonces, como manifestación de la cultura, responde a épocas, contextos, eventos colectivos y vivencias singulares. De más está mencionar que además es una necesidad humana. Intentemos pensar la vida sin música. Imposible. Y de esta idea surgió la musicoterapia como práctica que, a medida que evolucionó en el desarrollo de la escucha trabajada del musicoterapeuta (Elcira Belloc), construye un cuerpo teórico que se desprende del cóctel inicial (4): medicina, psicologia, neurología, psicoanálisis y música. (5)

A medida que algunos transitábamos años de supervisiones clínicas basadas en la escucha trabajada, accedíamos a la idea de “escuchar en el decir” (6) como la tarea y función del musicoterapeuta clínico. Y progresamos en las articulaciones que desembocaron en la MP.  Aquí la advertencia acerca de la escucha se impone. “Oír es fisiológico, escuchar es humano”, al decir de Elcira Belloc, pero si creemos que la escucha es exclusividad del lenguaje verbal, si creemos que lo que se oye es ruido hasta que se escucha la palabra, le estamos negando al sujeto su condición humana. El ruido es sonido no deseado plantean los estudiosos del tema.

A esta altura advertimos que para aprehender el concepto de MP es requerimiento despojar la musicalidad de su carácter adjetivo. Son muchas las áreas de conocimiento que se refieren a la musicalidad y varias las corrientes artísticas, psicológicas y/o neurobiológicas que lo trabajan, y en la mayoría de los casos se trata de publicaciones posteriores a producciones conceptuales musicoterapéuticas. Pero en todos los casos, la musicalidad es tratada como una cualidad, un adjetivo. Reducida a la prosodia, que a su vez tambien es confundida con entonación; utilizada como sinónimo de música, o como la capacidad de jugar musicalmente, etc.

Canicas de vidrio arriba de una partitura musical.

Comentario inédito 2:

La MUSICALIDAD PRIMORDIAL no es un concepto psicológico ni neurológico. Es un desarrollo conceptual musicoterapéutico. No quiero decir con esto que todos los musicoterapeutas lo compartan o lo validen. Pero es importante reconocer el origen conceptual que es el de la clínica musicoterapéutica, y el análisis de las producciones e intervenciones que involucran la experiencia sonoro musical. 

Siempre que la experiencia sonoromusical esté presente en las producciones e intervenciones clínicas, se trata de musicoterapia, aunque se ignore o se desestime. 

La MUSICALIDAD PRIMORDIAL es un concepto emancipador para la comprensión del proceso de humanización y de la constitución subjetiva. Porque en este caso, la musicalidad no está planteada en términos de habilidad (innata o adquirida), ni en el sentido de una cualidad del lenguaje verbal, ni de una capacidad terapéutica. 

Es importante para quienes se interesen en este desarrollo conceptual, disponerse a la deconstrucción de la noción de musicalidad como adjetivo.

GIACOBONE, Mayo 2023 (FB)  (***)

La clínica musicoterapéutica con bebés, familias, niños con autismos y otras problemáticas tempranas complejas, nos fue mostrando un camino donde las teorías del desarrollo y la subjetividad no lograban explicar los acontecimientos terapéuticos.

Cuestionamos la supremacía de la mirada y el reduccionismo de la sonoridad a la voz y nos preguntamos si el intercambio sonoromusical temprano (mutualidad sonora e intersonoridad)  será el primer indicador intersubjetivo, mucho antes de la mirada mutua. 

Es muy triste para un niñx en tratamiento que el terapeuta fuerce el proceso para hacerlo encajar en la teoría que lo sostiene por temor a la incertidumbre.

La romantización de la música como recurso de la clínica de niños con retracción, autismo y otros problemas del desarrollo, tiene que ser desestimada de una buena vez.

Lxs pacientes tienen derecho a la escucha y la mirada, más que al oído y al ojo.

Habitar la incertidumbre poniendo en tensión viejas certezas no es nada fácil. Pero es imprescindible. En especial para una interdisciplina  como “elogio de la falta” tal como dice Marcela Armus.

Indagamos los motivos que han llevado a confundir la cualidad musical de la expresividad humana o la estética musical de un discurso, con la MP como condición de la especie humana.

Comentario inédito 3:

El bebé experimenta el sostén en la musicalidad del arrullo donde la voz, el tempo, las células rítmicas, los motivos melódicos, el contacto corporal, las pausas y la reanudación, configuran un encuentro significativo. No se trata solo de oír la voz materna sino de vivenciar intersonoridad, de escuchar y de hacerse escuchar. (…) La mirada y la voz no son equivalentes. El equivalente de la mirada es la escucha y el de la voz es «lo mirado». Por eso decimos que para que exista mirada, la escucha es un prerrequisito. Porque la escucha es subjetivante en la matriz de la MUSICALIDAD PRIMORDIAL que a la vez que aloja, sostiene, construye y se despliega en vínculo. (…).

La tensión interconceptual aumenta o disminuye según podamos pensar la constitución subjetiva desde el ojo o la oreja.

GIACOBONE, 2022. (Fragmento de material registrado inédito) (***)

Una y otra y otra vez en la larga historia de la práctica musicoterapéutica, confirmamos que lo que el sujeto expresa configura discurso y que en este punto hablar de lenguaje en singular, es un recorte tan cómodo como inexacto. Los seres humanos habitamos e interactuamos en varios lenguajes. Lo que es posible en la medida que trabajamos la escucha y evitamos sucumbir a la tentación de traducir, de ubicar lo que suena y lo que no suena en un contenido semántico tranquilizador. 

Seguimos advirtiendo que no se trata de describir la expresividad humana desde el lenguaje musical sino desde la MP que le da sustento. El lenguaje musical tiene sus propias reglas y condiciones que solo pueden ser asequibles como adquisición, como aprendizaje al que algunas personas acceden por interés o talento. Pero los modos primordiales de habitar y establecer intercambio humano son en la musicalidad donde la sonoridad se organiza en los ajustes expresivos en vínculo. Durante gran parte de estas tres décadas de desarrollo conceptual, nos hemos referido a las cualidades sonoromusicales de los intercambios tempranos (7) y al componente sonoromusical del vínculo temprano. En este asunto nos referimos a la musicalidad como materia y envoltura.

Comentario inédito 4:

La MUSICALIDAD PRIMORDIAL es la materia y la envoltura del baño de palabras, el sentido del movimiento libre, el motivo del jugar, el modo en el que el vínculo humano existe y es.

La MUSICALIDAD PRIMORDIAL es sonoridad organizada, ritmo y tempo, pausa y silencios, melodía y textura, velocidad e intensidad en el tiempo y en el espacio. 

Porque sin MUSICALIDAD no hay cuerpo, ni lenguajes, ni vínculo, ni juego.

GIACOBONE, agosto 2022 (FB) (***)

Niños sosteniendo esferas musicales.

Aquí se deduce la ruptura conceptual  del modelo teórico binario del cuerpo a la palabra. Asunto que ya venimos deconstruyendo en publicaciones anteriores. Me refiero a  la idea del bebé poseedor de un organismo que deviene cuerpo en el mundo del lenguaje (verbal). Porque el sujeto no se constituye en el trayecto del cuerpo a la palabra, sino que la MP le provee el andamiaje donde se fundan las experiencias sonoras, corporales y verbales que operan como constructores y moldeadores del ser en vínculo. “La sonoridad es irreductible al cuerpo y/o a la palabra” (8) y es mucho más que el lazo que los vincula.

Comentario inédito 5:

El concepto de MUSICALIDAD PRIMORDIAL interpela la comodidad de algunas teorías en las que se plantea «la musicalidad del habla materna» como si los motivos melódicos, los patrones rítmicos, las texturas, los tempos, fueran solo cualidades «musicales» o «sonoras» o «no verbales» o «para verbales».(…)

Cuando la prosodia y los aspectos pragmáticos del lenguaje verbal se pretenden plantear apelando a la «musicalidad», no se avanza nada en la comprensión del vínculo temprano, solo se lo adorna. Asimismo cuando se considera que la musicalidad solo es apreciable en la «voz» (adulta, hablada, cantada), y cuando la sonoridad del bebé es concebida como «manifestación corporal» o simplemente «ruido» (grito, llanto).

La INTERSONORIDAD supera la idea del maternés como producción unidireccional, ya que al desarrollar los ajustes expresivos, la díada experimenta escucha y construye experiencia intersubjetiva singular. (…).

La intersubjetividad se inaugura en la INTERSONORIDAD que no debe confundirse con intersensorialidad.

La música es una producción de la cultura y la musicalidad es una condición de la especie humana.(…)

El concepto de MUSICALIDAD PRIMORDIAL pone en tensión el adultocentrismo teórico al considerarla la matriz imprescindible en el que un sujeto deviene como tal. 

(Giacobone, 2022, inédito) (***)

Desde 1980, Elcira Belloc, planteaba que la escucha trabajada del musicoterapeuta,  es la herramienta de trabajo con la que se transita el sinuoso camino de la clínica. Lo que el musicoterapeuta puede llegar a escuchar en una sesión, no está en el orden del ruido a la palabra o en la traducción verbal de las expresiones sonoras y corporales de un paciente. Sino en la escucha de la relación que los objetos sonoros, en tanto unidades sonantes, dan cuenta de sí mismo en el interactuar.

En tiempos donde el cuerpo teórico de la musicoterapia se engrosaba, surge el planteo de Gauna acerca de la “dinámica del arte”  que aporta núcleos fundamentales para el desarrollo de una profesión que se instala por fuera de los modelos arteterapeuticos construyendo especificidad para comprender lo que nos hace humanos, además de lo que los humanos hacen.

Cuando en 2008 Luciana Licastro despliega por primera vez el tema del tono maternes se abre una perspectiva que cuestiona el maternes (9) como habla dirigida al bebé, donde este es considerado un mero receptor modelado por la cualidad musical (prosodia) del habla materna. En el tono maternes (10) germina el concepto de intersonoridad (11) que hoy nos asiste para ubicar el encuentro intersubjetivo primordial, anterior y sustentador de la mirada. Conformador del arrullo, el acunamiento y el sentido básico de la experiencia vincular humana primordial.

Aquí, también, la idea de entonación (12) como vivencia del ajuste expresivo, anterior y conformador de la prosodia, pavimentan de sentido la evolución comunicativa y subjetiva humana.

Dejaremos enunciado que la entonación se articula con las ideas de Daniel Stern sobre entonamiento afectivo, y a la vez nos permiten un planteo tan superador como complementario del dialogo tónico de Julián de Ajuriaguerra (1950) en tanto materia sonoromusical que lo habilita.

Comentario inédito 6:

Para que la canción de cuna exista en un vínculo temprano, tiene que experimentarse el ARRULLO, configuración sonoromusical que es materia y envoltura de un encuentro fundante. El modo y las cualidades del ARRULLO crean vivencias que promueven la regulación afectiva, corporizan e inauguran la intersubjetividad mucho antes de la mirada mutua. El ARRULLO es anterior al lenguaje verbal.

Luego, cuando se dice que la «canción de cuna es la primer experiencia literaria», se está apelando a la musicalidad imprescindible para que las formas e intenciones de un texto tengan sentido humano. Es fundamental comprender que la semántica no es nada sin la MUSICALIDAD PRIMORDIAL que le da existencia narrativa. El texto verbal viene a complementar, a enriquecer la experiencia comunicante que se funda en los motivos melódico rítmicos, la variantes de intensidad, el tempo, la entonación, el fraseo, los matices, las acentuaciones, la entonación y todos los componentes de la musicalidad. 

(GIACOBONE, A. 2020) (***)

Una lupa examinado la secuencia de ADN y encontrando notas musicales.

Hay otra advertencia importante que es la de ampliar la idea de musicalidad y sonoridad por sobre el conocimiento de lo audible. Lo sonoromusical nos atraviesa aun si el sentido de la audición se encontrara comprometido. Los eventos en los que nos experimentamos como seres expresivos, comunicativos, lúdicos y sociales, transcurren en el tiempo con particulares combinaciones rítmicas, de velocidad (tempo), intensidad, pausas, motivos, silencios, aceleraciones y desaceleraciones, aumentos y disminuciones, ataques y extinciones de secuencias diversas, cambios modales y cualitativos que se organizan y reorganizan una y otra vez. O sea: musicalidad.

La musicalidad es primordial porque sin ella no hay sujeto, ni comunicación, ni cuerpo, ni narrativa, ni juego.

Comentario inédito 7:

La sonoridad es irreductible al cuerpo y a la palabra porque sonoridad, cuerpo y palabra son manifestaciones de la MUSICALIDAD PRIMORDIAL.» 

GIACOBONE 2020.  (***)

Concluyendo 

Cuando comencé a pensar este escrito pensé llamarlo “Breve Historia”, pero la verdad que la MP es un concepto musicoterapeutico cuya historia no es nada breve. Intenté una apertura a la comprensión interdisciplinaria de algo tan nodal en la clínica musicoterapéutica actual.

Es necesario hacer dos salvedades finales: una es que si bien la MP es un concepto musicoterapeutico, eso no significa que sea compartido por toda la comunidad profesional ni tampoco que sea el único.

La otra salvedad es que se trata del resultado de un largo proceso de evolución conceptual que tampoco es compartido por todxs lxs musicoterapeutas.

Muchas otras profesiones y practicas atravesaron (y atraviesan) no solo la formación, sino el ejercicio profesional. No todos los musicoterapeutas logran (o buscan) una especificidad que los descolonialice de la medicina o la psicologia, del psicoanálisis o del arte.

La MP significa también la búsqueda de un posicionamiento ético en la especificidad. En ese camino, una de las mayores dificultades radica en la resistencia hegemónica que insiste en ubicar la música y/o la teoría musical como un recurso de uso inexperto en toda practica de salud, y en la persistencia de ubicar la musicalidad como una cualidad de las producciones humanas. Si es cualidad no es condición, si es cualidad es manifestación de una construcción originada en otra idea.

Comentario inédito 8:

Profundizar en el concepto de musicalidad primordial, como condición de la especie humana, es una manera de comprender el desarrollo desde la etapa perinatal. (…) 

Alojar, acunar, sostener, contener, arrullar a un bebé, así como leerle, cantarle, hablarle, balancearlo, mirarlo, requieren una matriz insustituible que se configura en mutualidad. De esto se trata la intersonoridad que está hecha de ajustes expresivos vinculares. Manifestación de la intersubjetividad. (…) 

Lo que se dona no es la voz ni el cuerpo ni la palabra. Lo que se dona es la escucha, y en ese mismo acto de donación instala el hacerse escuchar. (…)

La MP explica la vivencia espaciotemporal que contiene la organización humana de los ritmos, las velocidades, las duraciones, las texturas, los motivos, las pausas, los matices, las intensidades. Estas vivencias singulares dejan las huellas subjetivantes implicadas en la experiencia humanizante. Por eso es importante no confundir musicalidad con sonoridad. (…)

Profundizar en la musicalidad primordial, entonces, descarta la idea de bebé como un ser moldeado por el otro. (…) En la matriz de la MP el encuentro tiene sentido y se configura como experiencia social.

La musicalidad primordial como conceptualización, no es exclusividad de la musicoterapia. Es un concepto musicoterapéutico que propone una ruptura epistemológica en las teorías del desarrollo. Sin romantizaciones, el intento es utilizar la terminología más adecuada para describirla y fundamentarla, superando la metáfora sonoromusical.

Luego, si, en la clínica desde una escucha trabajada en la musicalidad primordial, la intervención es musicoterapéutica. (…)

(Giacobone, A. 2022, Fundamentación de la Musicalidad Primordial, fragmentos de material inédito)  (***)

Cuanto más tiempo paso apreciando bebés, más evidente que la musicalidad primordial es condición humanizante. No hay mirada, ni cuerpo, ni encuentro, ni lenguaje que se conforme sin ella. 

Los cuidados tempranos que constituyen el vínculo, se experimentan en un tiempo, con un ritmo, a un tempo y por un motivo que deja huellas subjetivantes. ¿Sera por eso que «la música» está presente (para mejor o para peor…) en toda práctica dirigida a las infancias?» GIACOBONE, 2023. (Desgrabación inédita):

“Y vemos que estamos aquí en la música y no fuera de la música. No se trata de estudiar la dialéctica externa que une la música al contexto cultural en el cual se inscribe, sino de considerar la dialéctica interna que mezcla los diversos componentes de la actividad musical, lo cual conduce a una reorganización del campo musical: las estructuras rítmicas de la danza y de la poesía son en la música y son una parte constitutiva de ella.”.

MOLINO JEAN, El Mono Músico, 2009.

Referencias

  1. Músico y compositor francés, 1910-1995. Creador de la música concreta. Autor del Tratado de los Objetos Musicales.
  2. Cabría aquí mencionar la conceptualización acerca del objeto sonoro como protorepresentación prenatal que sustenta los rasgos protomusicales de la comunicación temprana. (Musicoterapia en la Infancia Tomo 1, 2015, Gauna, Giacobone, Licastro)
  3. Ley Nacional 27.153, año 2015.
  4. Décadas del 60 y 70 del siglo pasado.
  5. Si, nada nuevo bajo el sol…
  6. Musicoterapia en la infancia, Tomo 1. Op.cit.
  7. Musicoterapia en la Infancia, Tomo 1. Op. cit.
  8. Musicoterapia y comunicación temprana, Clase Curso SAPI, 2019, Giacobone, A.
  9. Musicoterapia en la Infancia, Tomo 1. Op.Cit.
  10. También llamado mamanes, matheres, mañes, madresía, etc.
  11. No confundir con intersensorialidad, que le resta valor humanizante al modelo vincular que la intersonoridad despliega.
  12. PEREZ, E. (2006). La entonación. Aportes para la comprensión en la escucha clínica musicoterapéutica de niños. Tesis de licenciatura en Musicoterapia. Universidad Del Salvador

(***)  Todos los comentarios inéditos contenidos en este artículo, se encuentran protegidos por derechos de autor.

 

Bibliografía

  • CASAL PASSION, V., GIACOBONE, A., LUHIA, M.A., (2019) La Musicalidad Fundante de lo Humano, AASM 

  • GAUNA, G., GIACOBONE, A.,  LICASTRO, L.,  (2015) Musicoterapia en la Infancia, Tomo 1. Ed. Diseño

  • GIACOBONE, A., (2020) Musicoterapia y Comunicación Temprana, Clase SAPI-CEM. Programa Interdisciplinario en Desarrollo Infantil Temprano

  • MOLINO, J. (2019) El Mono Músico. Ed. Último Recurso

  • STERN, D. (1991) El Mundo Interpersonal del Infante. Ed. Paidós

Mta. Alejandra Giacobone
Mta. Alejandra Giacobone

Alejandra Giacobone
Musicotepeuta Clínica 
Miembro de la Asociación Civil FORUM INFANCIAS