Nos toca asistir, nuevamente, a tiempos difíciles; asistir no en el sentido de ser un espectador pasivo sino como sujeto activo, en movimiento, atravesado y que atraviesa. De este modo, el contexto deja de ser algo que nos rodea para formar parte de lo que vamos produciendo.

Lo que escribimos, lo que narramos, lo que nos narra, nos da existencia, tiene potencia subjetivante.

Así, podemos construir y compartir los múltiples sentidos de lo que implica, por un lado,  “observar” a un bebé. ¿Qué es observar? Nos podríamos ubicar en el lugar disyunto de observador/observado pero preferimos sostener la idea de los puntos de vista en los que estamos implicados. Es decir, la observación puede tener criterios pero jamás es aséptica o neutral, nos involucra y tiene efectos. Desde esta perspectiva, toda observación es política porque da cuenta de nuestro ir-siendo ciudadanos en esta coyuntura y con los diferentes modos de comprensión de la realidad, entramados.

Por otro lado, en tanto perspectiva, la observación supone el armado de encuadres, teorías y miradas respecto de qué es un sujeto, cómo aprende, qué le sucede, cómo se va constituyendo en una institución su oficio de alumno. En este punto, sostenemos la pluralidad democrática y el riesgo que implica visiones sesgadas, estigmatizantes y que cercenan derechos, sin desconocer situaciones de suma gravedad. Nos retorna como pregunta: ¿Qué es “lo grave”? ¿Qué de lo grave, se expresa en la escuela y en nuestras clinicas? Lo grave parece estar ligado al padecimiento como sin salida:  una mirada cosificante que reduce a los sujetos a diagnósticos, a los docentes como dadores de información, a los profesionales como proveedores de tips en un mundo en el que lo que decimos es y no parece ser. Se va construyendo una mirada literal, cual calco, sin matices ni disrupciones. 

Y entonces proponemos salir de esa literalidad, de ese modelo que formatea propuestas de sujetos en términos de “moldes”, de series.

La metáfora no sólo es un recurso literario, da cuenta de la capacidad de simbolización, de decir de otra manera. Es en este sentido que la metáfora nos narra dándonos existencia, nos ubica en un como si.

Por eso el juego, la poesía, el sueño nos hace  sujetos que (se) juegan, que (se) poetizan, que (se) sueñan., 

La metáfora nos convierte en sujetos del deseo, nos humaniza, nos convoca en/ hacia lo vital: ir siendo para alguien.

En esta Argentina de 2024 desde La Usina de Fórum, revista de la Secretaría de Publicaciónes de la Asociación Civil Fórum Infancias seguiremos contando historias,  continuaremos narrándonos como modo de compartir experiencias, ideas y propuestas.

Siempre del lado de los Derechos de los/as Niños, Niñas y Adolescentes, desde una ética del cuidado. Para hilvanar, suturar y aliviar, un poco.

Para dar/nos existencia.
Porque la esperanza, siempre, es colectiva. 

Secretaría de Publicaciones
Nadina Goldwaser, Ana Kurtzbart, Joana Rowinski, Melina Touson, Juan Vasen, Mariana Wassner.